Las principales zonas agrícolas argentinas han sufrido durante largos períodos un balance negativo en la extracción de fósforo del suelo, es decir que la exportación que se ha hecho con las cosechas, no ha sido compensada con la aplicación de fertilizantes.
Más allá de la inquietud de los productores por lograr una fertilización rentable del cultivo de trigo en cada campaña, aplicando las dosis recomendadas por los modelos disponibles en función del análisis de suelo, está la preocupación por mantener y/o incrementar la cantidad de fósforo disponible en el suelo. Para ello se debería fertilizar ya no con el criterio de rentabilidad, sino con el de inversión, es decir no dejar caer más el nivel de este nutriente fundamental o incluso incrementarlo.
Embarcarse en este plan depende de varios factores, algunos subjetivos y otros más objetivos. Dentro de estos últimos sin duda está la relación de precios producto-fertilizante. En el gráfico siguiente se puede observar los kilogramos de trigo (disponible) necesarios para pagar un kilogramo de nutriente, en este caso P2O5 de FDA.
El promedio de esta serie es de 6,8, pero si consideramos el período en que el mercado del trigo no estaba alterado por medidas intervencionistas, el promedio es de 6,2 kg trigo/kg de P2O5. El valor para esta campaña de 5,9 kg trigo/kg de P2O5 muestra una relación aceptable para el período correspondiente a los últimos 25 años. Ello nos está indicando que no es mal momento para pensar en una inversión extra con este nutriente.